viernes, 18 de febrero de 2011

Envase


El crecimiento personal que atravieso remueve y da lugar a un mundo de complejos, emociones, percepciones, dudas, recuerdos… Y toda la energía dentro de mí se hace muy intensa llegando a cada rincón del cosmos que contiene este cuerpo; como un envase lleno de tanta luz que es casi imperceptible para la vista. Comienzo a recorrer caminos, buscar respuestas o tomar decisiones erróneas y certeras mientras simulo ser alguien más normal, con horarios, mascotas y secretos.
Ha sido todo un reto, como intentar traspasar un muro de concreto producto de mi mente la que curiosamente es quien trabaja en intentar demoler ese enorme obstáculo entre mi ser y la libertad. Todos mis sentidos funcionan agudamente, estoy en equilibrio y contacto conmigo misma y con todo lo que me rodea, reconozco los sonidos, veo más allá del holograma, descifro verdades y respiro sin obstáculos cada aliento.
Sin embargo aún intento deshacerme de la oscuridad ante mi cuando cierro los ojos, el inmenso y vacío mundo que se imprime como mostrándome la nada misma. El manto lóbrego llega a ser intermitente en momentos de concentración y casi exitoso abandono de lo mundano, de la jaula de carne que me mantiene entre los mortales; y logro divisar muy pobremente el vasto resplandor como un alboroto de energía y ardor, una ráfaga de vida dentro de la vida. Indescriptibles sensaciones, una explosión de sentimientos como diminutos e infinitos átomos chocando entre sí, el cuerpo es un envase y la mente un portal astral casi indescifrable y considerablemente inexplorado por el hombre.

1 comentario:

Puente AmaRrillo dijo...

Wow,eres muy buena haciendo esto, de veras ;)